SECUELAS PSICOLÓGICAS DEL MALTRATO FÍSICO Y EMOCIONAL EN EL CUERPO.
En este artículo voy a comentar cómo el haber sido víctima de situaciones de maltrato, ya sea durante la etapa de la infancia, adolescencia o en ambas, va a condicionar gran parte del desarrollo psicológico de la persona en su vida adulta.
Dentro de la amplia gama de factores que abarca el término desarrollo psicológico voy a centrarme en un aspecto, el impacto del maltrato en el cuerpo de la víctima.
Entendiendo éste cómo el primer lugar dónde los signos de la violencia física y/o emocional van a dejar su huella.
Porque además de que en muchos casos desafortunadamente, el maltrato deje secuelas físicas en el cuerpo del menor (heridas, deformaciones, cicatrices…), hay otro impacto que si bien no se ve con los sentidos está igual de presente, y cuyas secuelas acompañaran a la persona en su vida adulta, sin que en la mayoría de los casos ésta sea consciente de que están y ni mucho menos de porqué.
Porque si nos paramos a observar el cuerpo en las situaciones de maltrato y abuso emocional recibe información de todos los estímulos que nuestro cinco sentidos le trasmiten: (una imagen, un gesto, voces, golpes…).
A su vez el cuerpo del maltratado recibe otra información, recibe la información de la descarga emocional del agresor y por descarga emocional me refiero a la expresión de emociones o a la ausencia de éstas: (rabia, enfado, ira, indiferencia, sentimientos de sobreexaltación e incluso en muchos de los casos, de disfrute), información de las actitudes y comportamientos que el agresor exhibe en el momento del maltrato y también fuera de este: ( su carácter, sus rasgos, su manera de ser…).
De forma que toda esta información queda grabada en el cuerpo de la víctima, dejando multitud de huellas, huellas que condicionarán las manifestaciones y reacciones de nuestro cuerpo en la vida adulta.
Reacciones que entre otras tendrán su repercusión en sus relaciones personales y sociales, afectando a :
¿ CÓMO AFECTA Y CUÁLES SON LAS REPERCUSIONES MÁS FRECUENTES?
• A como la persona expresa el afecto y como gestiona las manifestaciones de afecto de los demás.
• A dificultades de intimidad en sus relaciones personales y de pareja.
• A dificultades a la hora de establecer vínculos sociales y de amistad más profundos y no meramente superficiales.
• A la expresión de su sexualidad.
• A dificultades con el grado de confianza que da y exige en los demás.
• A cómo reacciona su cuerpo ante situaciones que para la mayoría son inofensivas o neutras.
• Sensación de ser raro, de ser diferente a los demás.
Porque el cuerpo para sobrevivir, se vio obligado a sobreadaptarse a situaciones extremas, y aprendió a vivir con y en esas condiciones, aprendió a vivir estresado.
Y este estrés corporal irá incorporado al día a día del individuo, porque ha quedado grabado en su cuerpo al igual que se queda grabado un recuerdo en nuestra memoria.
ALGUNOS SIGNOS DE ESTRES DEL CUERPO:
.- Sensación de inquietud interna.
.- Tensión, rigidez postural.
.- Agitación en la zona del pecho,.
.-Temblores.
.- Opresión en la zona del estómago.
.- Necesidad urgente de vomitar.
.- diarrea sin causa objetiva explicable.
No importa que la situación de maltrato ya no esté presente, ni el tiempo que haya transcurrido desde su finalización, ya que esta huella, esta forma de reaccionar del cuerpo actúa a nivel inconsciente.
La gran mayoría de las veces el stres corporal es asumido como una parte natural del ser, de la persona, llegando a convertirse en lo que las victimas etiquetan como un rasgo más de su personalidad.
Así es frecuente escuchar expresiones cómo:
• “Yo es que soy nervioso”.
• “ Soy muy tímido, las relaciones sociales no se me dan bien”,
• “Soy muy arisco”.
Tampoco es infrecuente que muchas de las víctimas de maltrato sean diagnosticadas de algún tipo de trastorno sexual, fobia social e incluso trastorno por déficit de atención.
EL CUERPO Y LA MENTE VAN UNIDOS
Y es que aunque a veces nos empeñemos no se puede separar al cuerpo de la mente, mente y cuerpo son uno y están interrelacionados.
Y aunque en la mente de la víctima se haya producido un “bloqueo” en algunos casos, una “negación del hecho” en otros, o incluso se dé el caso de que la víctima no se acuerde en absoluto de la situación vivida, el cuerpo nos sigue informando, y sigue reaccionando con stres, porque las señales del maltrato continúan estando presentes.
Por lo tanto la sanación completa de los síntomas derivados del maltrato (tanto físico como emocional) en cuanto a las consecuencias que éste deja en el cuerpo de la persona maltratada, pasa por una concienciación del individuo, de su cuerpo, pasa porque el individuo atienda y reinterprete correctamente lo que este le está queriendo decir y sobre todo por y para que lo dice.
Cuando se toma conciencia de todo esto, entonces es cuando la persona realmente puede y está preparada para empezar a dar y a recibir afecto con y por todo su cuerpo.
¿cómo desarmar a un maltratador psicológico en la pareja, cuando el maltratador se ha forjado una imagen pública de persona intachable de puertas para fuera de su casa y es otra persona de puertas para adentro?
Y sobre todo, y lo más importante, ¿cómo combatir el maltrato psicológico cuando hay hijos de por medio que también lo sufren?
Precisamente eso que describes, su fachada, la»otra imagen pública y social que ofrece» es una de las características que lo definen y por lo que acudir a la familia, amigos o conocidos para buscar ayuda no es casi nunca una opción eficaz e incluso a veces contraproducente ya que, o no coinciden en tus apreciaciones y puedes quedar puesta en entredicho o los pocos que han advertido esos rasgos y comportamientos abusivos y manipuladores, no quieren o no saben como afrontar la situación.
Lo positivo es que tanto si el maltrato se produce sólo con la pareja o además con los hijos, en la terapia se ofrecen suficientes recursos para que la persona víctima de maltrato o abuso aprenda a posicionarse con respecto a este, desde otro rol y así enfocar y manejar las distintas situaciones de conflicto ( con uno mismo ,con los hijos y con el maltratador) y sus consecuencias.
Normalmente tanto el afrontamiento directo del conflicto ( discusiones, peleas, demandas sobre lo que el otro hace o tiene que cambiar cómo por el otro lado las conductas de sumisión o aguantar por el bien de los hijos no son efectivas, ya que perpetuan o agrandan el problema o propician un modelo de relaciones disfuncionales y con posibles secuelas en el desarrollo personal y emocional.