Psicóloga en Granada para el tratamiento de problemas de disfunciones sexuales tanto masculinas como femeninas
AYUDANDO A GRANADINOS DESDE HACE MÁS DE QUINCE AÑOS DESDE LA COMPRENSIÓN Y LA CERCANÍA.
¿Por qué solicitar ayuda psicológica?
En la gran mayoría de los trastornos sexuales existe una base psicológica, comportamental y/o emocional que no suele abordarse desde otras disciplinas y que como en el caso de: la eyaculación precoz y anorgasmia concretamente, resulta fundamental para el avance en el tratamiento.
¿Cuando es recomendable solicitar dicha ayuda?
Si bien el desarrollo adecuado de nuestra sexualidad implica experimentar y tener experiencia, si esta experiencia está redundando en repetir experiencias negativas o experimentar por ensayo y error a ver si un día el problema se soluciona, la respuesta es acudir a un profesional en cuanto la persona constate o tome conciencia que sus recursos personales no son suficientes, y no dejarlo pasar más tiempo.
Aunque afortunadamente no existe un límite de edad o circunstancia especial para iniciar el tratamiento y solucionar el problema, si es verdad que cuanto antes se aborde mejor.
Disminuirá las presiones y anticipaciones negativas así como que no quedarán dañadas o afectadas otras áreas clave como son la seguridad, la autoestima y confianza, además de tener unas relaciones sexuales placenteras y satisfactorias.
¿Cuáles son los principales obstáculos a la hora de pedir ayuda?
La desinformación, la vergüenza y el miedo.
Aunque la sexualidad está mucho más presente en los medios y en nuestra vida, todavía y sobre todo en el tema que nos ocupa, cuando se tiene algún tipo de dificultad o disfunción sexual, la presión social sigue estando muy presente.
Hay que decir que las disfunciones sexuales de : anorgasmia, falta de deseo, eyaculación precoz y otras tantas, son mucho más frecuentes de lo que se cree y que ocurren en todas las edades y en ambos sexos por igual.
El hecho de que sea algo “íntimo” y asociado a conceptos devaluativos, actitudes y a creencias erróneas tales cómo:
.- Servir o no servir.
.- “Ser frígida.”
.- “Ser poco hombre”.
.- Soy a la única/ el único al que le pasa.
.- No soy capaz de corresponderle…etc
.- Yo tengo la culpa…
.- Lo intentaré compensar de esta forma…
.- Llevo mucho tiempo así, no tiene solución.
.- Etc.
Hace que muchas veces se tomen actitudes de afrontamiento inadecuadas, tales cómo:
.- Posponer el buscar ayuda.
.- Mirar para otro lado.
.- Conformarse.
.- Sufrir en silencio…
Por ello desculpabilizarse y responsabilizarse cada uno de su sexualidad, es el primer paso para que el tipo de relación que mantengamos con nosotros primero y con nuestra pareja sea sana, satisfactoria y positiva.
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